viernes, 21 de octubre de 2016

Un dia me hablaron del miedo.

El miedo es ese algo que nos inculcan desde pequeños para protegernos. Nos meten pánico en el cuerpo para evitar que nos dejemos la cara en la tierra o bueno, nos quememos las manos en una hoguera. Así ser niño pierde la magia.  ¿De qué vale tenerle  miedo a todo? Un niño, las personas en general; deben aprender por si mismos, no porque alguien les diga que eso es malo malo malísimo.
Miedo sentí un lunes del 2014. Estaba en la facultad. Recuerdo que nos estaban presentando las directrices del nuevo trabajo a realizar ( sí como en el cole ). El profesor empezó a enseñarnos diapositivas. cada cual más turbia que la anterior. 
¿Sabes esa sensación de haber hecho algo mal? Como un retortijón. Algo similar fue lo que sentimos casi todos ese día.  No teníamos muy claro lo que estábamos haciendo. Solo sabíamos que estaba mal.
Ahora después de ver las diapositivas, nos tocaba a nosotros. 
Nos dieron palabras clave y con ellas deberíamos jugar y desarrollar una obra de estilo libre.
SOCIEDAD - MERCADO
Fueron dos semanas de trabajo de las cuales la primera fue por completo de desarrollar una idea que fuera real, fuera cruda como lo que habíamos visto pero sin entrar en tópicos. La semana siguiente fue un mix de sensaciones. La emoción al empezar un cuadro, la primera mancha... una vez que sabes lo que vas a hacer, no existe miedo alguno delante de un lienzo en blanco.
Pero el miedo vino después. Las conversaciones internas en el aula, las opiniones varias de unos y otros a cerca de un mismo trabajo, de trabajo del vecino y del otro... era un sensación desagradable. Estábamos disfrutando mientras retratábamos la porquería de la sociedad.
Lo sabíamos.
Nos sentíamos embarrados.
Hasta las cejas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario